PEDRO
La energía misteriosa de la Tierra
El misterio de la naturaleza
La montaña encierra energías telúricas que son un misterio para la mayoría de los mortales. Algunos, y sólo algunos, bendecidos con el don de la interpretación de signos invisibles, son capaces de interpretar esas energías para beneficio de la comunidad. Son tan misteriosos como el don que portan y las fuerzas que lo alimentan.
Fueron tiempos duros
Pedro vive en Cardaño aunque nació en Valsurbio…
«Aquí ha sido muy dura la vida agrícola. Para la ganadería hay muy buenos pastos pero ha sido una vida dura. Se sembraba trigo poco, centeno, avena, siruendo (variedad de centeno con grano más pequeño en tierras muy altas para los animales). Sobre el año 58 cayó una nevada en octubre que nos dejó dos meses sin salir del pueblo. Nos cogió sin harina para el pan. Hay que vivirlo.
Era subsistencia total, sin carretera, sin luz, agua, médico… Si, tuvimos maestro, pero cuando quedaron cuatro familias la administración lo suprimió. Eso fue lo que obligó a marchar. Hasta el último momento hubo cura. Se fue porque nos fuimos nosotros en el año 72. Cuando se fue el último vecino entraron las palas e hicieron pista lo que hasta entonces era un camino de carros.»
El amor a la montaña
«La gente que viene, que ha nacido en la montaña o viene a arreglar una casa, tiene mucho amor a la montaña.
Siguen viniendo y amando el pueblo y se han gastado dinerales en restaurar viviendas.
Estuve emigrado en Bilbao, Cataluña, Santander… (5 años). He estado casi cuarenta años trabajando en Velilla. Fuera echabas de menos la montaña, la naturaleza… hubo que marchar buscando el trabajo para poderte mantener. Todo lo demás lo echaba de menos.
Amo la montaña. He nacido en ella. Nací en el pueblo más alto de toda la provincia. Viví quince años allí. Y lo sigo amando y no lo perderé jamás. A mi me quitan la montaña y me muero.»
Posibilidades de futuro
«Hoy en día podría vivir aquí más gente. Principalmente de la ganadería. Recursos tenemos para salir adelante. Turismo y ganadería son cosas que se pueden explotar perfectamente. A mi las tradiciones de naturaleza, el turismo de montaña, de senderismo me encantan de siempre. Entré en el Centro de Iniciativas Turísticas en 1972. Tenía yo 22 años.
Para mi vivir en Montaña Palentina es lo mejor que puede haber. Tenemos que tener iniciativas a parte de que la administración ayude. Aquí no va a venir industria a instalarse, lo cual es bueno para el turismo. Hay base, recursos para poder sacar adelante un turismo con futuro. Tenemos que aprender mucho…»
El don de estar conectado a la Tierra
«A cada persona Dios le da unas capacidades. La capacidad que yo tengo no es muy abundante. Hay gente que lo toma así un poco a broma. Pero hasta ahora a quien me ha llamado para buscar agua u otras cosas siempre le he acertado.
Yo soy sensible a muchas cosas. He nacido con ello. Paso andando tranquilamente y siento que hay agua. No me hacen falta ni varillas ni demás. Es la sensibilidad que tengas. Por ejemplo he tenido que dejar de usar Internet porque me afectan las ondas del ordenador. El móvil me afecta a la salud, me quita la vitalidad. Eso es porque soy demasiado sensible. A veces son como reflejos, veo un árbol y digo aquí hay algo.. voy con las varillas y no falla.»
El sentido natural de lo ancestral
«En las Iglesias hay una carga de energía tremenda. Cada una es diferente a otra pero el punto donde más energía positiva hay es en el altar. En todas ellas pasa una corriente de agua, una corriente telúrica. Tienen algo especial. Donde se celebran ritos religiosos positivos queda impregnado el lugar de una energía positiva enorme. El latín es la lengua de los ritos y el canto gregoriano… Donde se dice una misa en latín y con gregoriano se acumula una cantidad de energía positiva enorme…»