Sentir la presencia de los osos a través de los indicios que podemos observar es sencillamente impresionante. No necesitas avistar un ejemplar, sólo las huellas que deja en su devenir por estas montañas te dejarán sobrecogido.
Entenderás el respeto y el cuidado que se debe a esta joya desde las evidencias de su presencia. La grandeza y belleza del oso pardo contrasta con su fragilidad ante la presión a su medio por esa mal entendida idea de desarrollo incluso en ocasiones desde un supuesto y lamentable mal llamado turismo de naturaleza.
Puedes participar de esta maravilla a través de la interpretación de ciertas señales que nuestra gente conoce y te mostrará con gusto con unas normas básicas para no ser un incordio y no crear problemas. En la Casa del Parque tienes toda la información que necesitas para sentir algo único.
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